Mareo y vértigo

Los pacientes utilizan el término de mareo para describir síntomas que perciben como distorsión visual, giro interno, desorientación, movimiento o giro de su entorno en forma discreta o leve y; en ocasiones describen al vértigo como una sensación de movimiento o giro intenso e incapacitante, aturdimiento, presíncope o desequilibrio.

Para el neurólogo que evalúa a los pacientes con mareo, es importante diferenciar los trastornos vestibulares periféricos  porque son muy comunes y definibles clínicamente y con frecuencia son pasados por alto por otros médicos.

Los paciente pueden referir solo mareo o algún otro síntoma que lo acompaña, se deben considerar las causas neurológicas cuando existen otros síntomas y signos neurológicos y cuando se han descartado los trastornos vestibulares periféricos comunes, es importante preguntar al paciente si ha presentado otros síntomas porque pueden ser clave para el diagnóstico.

Desvanecimiento o pródromos sincopales: son síntomas que se reflejan una reducción del del flujo sanguíneo o de la perfusión cerebral y su connotación es muy diferente a la del vértigo.

Síntomas diversos que confunden la sospecha de vértigo y/o presíncope: incluye sensaciones peculiares que forma parte de trastornos metabólicos, como hipoglicemia,  síndrome carcinoide, mastoiditis sistémica, ataques isquémicos transitorios, crisis epilépticas, trastornos del movimiento y manifestaciones psiquiátricas, entre otras.

El vértigo es una sensación de movimiento del entorno o del paciente mismo, indica una lesión en las vías vestibulares, bien sea  la periférica o la central. Los síntomas auditivos asociados como hipoacusia y acufenos (zumbidos) pueden sugerir una localización periférica, en el oído interno o en el VIII nervio craneal.

Pueden producirse muchos tipos diferentes de hipoacusia con o son mareo y es importante que el neurólogo conozca los trastornos auditivos comunes. Con la exploración neuro-otológica con frecuencia pueden identificarse hallazgos específicos.

El vértigo es un síntoma complejo que el paciente puede resaltar uno o más de estos cuatro elementos:

  • Sensación vertiginosa de mareo.
  • Trastorno visual con objetos que se mueven en la visión del paciente (la oscilopsia, o saltos de los ojos, es el equivalente subjetivo del nistagmo) o solo visión borrosa, dificultad para enfocar y e ocasiones visión doble transitoria.
  • Sensación gastrointestinales de náusea.
  • Trastornos del equilibrio con tambaleo al empezar a caminar. 

Para su diagnóstico debe considerarse que el vértigo puede ser precipitado por el movimiento, y un historial detallado del momento exacto en que este se presenta, de sus características, de los estímulos que parecen desencadenarlos, de su duración y de las medidas tomadas para evadirlo, es muy importante para llegar  un diagnóstico correcto.